Dios y la Primavera
Posted on March 7, 2010 at 1:58 PM
Mi fe no es un secreto. He sido marcado por Dios desde que tengo conocimiento de las cosas. Pero a pesar de que mis convicciones personales se empezaron a formar desde mi infancia, mi rendición total a esta verdad no sucedió fácilmente, ni llegó sin un estrago profundo. Como muchos, hice mi propio intento por encontrarme a mi mismo excluyendo a Dios de la ecuación. Perseguí mis propias metas y recio me resistí a ceder mis planes por los de otro, así fuesen más excelentes y de un valor infinitamente superior.

Mi rendición a Dios fue la culminación de una guerra prolongada entre mi ego y un Gran Amor, que se manifestó a mi vida y terminó por seducirme. He sido vencido por ese amor y Él es mi dueño. Gozoso he enterrado al hombre que fui antes, abrazando mi destino perfecto y planeado con Diseño Celestial.
Dios y la Primavera
Sentado en una roca
A una lado de la vereda,
Pienso en la vida verdadera
En la que mi vida entronca.
El aroma de las flores
Como encerrado en cafetera,
El sabor a primavera,
De fragancias y colores.
Suave viento por mi cuerpo
Anuncia ya la llegada
De la estación anhelada,
Como todos, espero esto.
Y aunque flores llenen todo,
Y colores y aromas,
Hay ideas que carcomen
De uno o de otro modo.
Aquel sentir alegre
Que a mi alma antes llenaba,
Como pájaros cantaba,
Los canarios y cenzontles
Como antes anhelaba
Yo muy dentro de mi mente.
Y ahora nuevamente
He escuchado los cantares,
Los quereres y amores
Que predica ya la gente.
Ahora hablo a ti, Madre.
De tu vientre yo nací,
Y a tu creador conocí
Cuando aún era infante.
Naturaleza, viva eres,
Y gracias al Creador serás,
Y así tu cantarás
Que igualmente le quieres.
A ese Señor yo canto
Así como tu, mi Madre
Él es quien los caminos abre
Y a quien yo amo.
Por Rubén Romero.
(C) 1983